El helado es bastante más que un postre o un capricho veraniego, pues juega un papel importante en la alimentación, desde el punto de vista nutricional, dada la riqueza de sus ingredientes.

 

 El helado es un alimento completo, importante en toda dieta variada y equilibrada. El valor alimenticio y nutritivo del helado depende de los componentes del mismo. En todo caso siempre será igual o superior al de los productos lácteos, ya que la leche y sus derivados constituyen el ingrediente mayoritario. En general, para helados ricos en leche el aporte proteico se puede comparar al de una porción de queso y para los menos ricos en leche a un yogur.

Según la materia prima utilizada para elaborar el helado, las características nutricionales variarán.

CÓCTEL DE NUTRIENTES:

 

Leche:

Constituye el ingrediente mayoritario. La leche es reconocida como uno de los alimentos más completos, su calidad de nutrientes es tal que no puede ser desplazada ni sustituida. Imprescindible en épocas de desarrollo y situaciones biológicas especiales como embarazo y lactancia.

Contiene lactosa (principal azúcar de la leche) que le proporciona sabor y favorece la absorción de calcio. El calcio, principal mineral de la leche, forma parte de los dientes y huesos y contribuye a mantenerlos sanos. Es necesario para la coagulación de la sangre. Participa en la transmisión del impulso nervioso. Evita la osteoporosis. La grasa de la leche aporta ácidos grasos esenciales (Los ácidos grasos esenciales son necesarios para ciertas funciones que el organismo no puede sintetizar, por lo que deben obtenerse por medio de la dieta).

Contiene proteínas de alto valor biológico, son consideradas de alto valor biológico por su cantidad y su contenido en aminoácidos esenciales, que el cuerpo no puede fabricar y deben ser incorporados con los alimentos.

Aporta vitaminas A, D, E y K  (problemas en la vista o en la piel, contribuye a la absorción del calcio y el fósforo,  contribuir a la coagulación sanguínea, etc.). Aporta Vitaminas del complejo B (ayuda a la formación de glóbulos rojos y al mantenimiento de la función cerebral). 

 

HUEVO: 

Contiene proteínas de alta calidad, las mejores que se pueden encontrar entre todos los alimentos y las que mejor aprovecha nuestro organismo debido a su alto valor biológico.

Además de todos estos nutrientes, el huevo también contiene ciertas cantidades de otras vitaminas (D, E, K, B6) y minerales (calcio, cinc, hierro, potasio…), además de poseer un elevado contenido de colina, un nutriente esencial para el cerebro.

El consumo de huevo puede incluso reducir el riesgo de sufrir un derrame cerebral o accidente cardiovascular. Posee un alto valor de saciedad. Si bien contiene colesterol en su composición química, este no altera tu nivel de colesterol en sangre, no solo no aumentan el colesterol LDL (“malo”), sino que lo convierte en “bueno”.

Las yemas de los huevos contienen grandes cantidades de luteína y zeaxantina, dos potentes antioxidantes presentes en la retina del ojo, reduce el riesgo de padecer degeneración macular y cataratas.

 

AZÚCAR 

La sacarosa o azúcar común se obtiene industrialmente de la caña de azúcar y de la remolacha azucarera. La sacarosa es el azúcar más utilizado en los helados, llegando a representar el 80% del total de azúcares de la mezcla.

Son utilizados en la elaboración de los helados por varias razones: 

  • Dan el sabor dulce característico de este tipo de productos  
  • Dan cuerpo al helado 
  • Son importante fuente de energía  
  • Bajan el punto de congelación de la mezcla, permitiendo actuar como anticongelante.

 

La principal función del azúcar es proporcionar la energía que nuestro organismo necesita para el funcionamiento de los diferentes órganos, como el cerebro y los músculos, funcionalidad esencial a lo largo de la vida y situaciones fisiológicas.

Los azúcares aportan a la dieta unas 4 kilocalorías por gramo consumido, y nada de vitaminas ni minerales.

 

FRUTAS: 

Su alto contenido en agua y nutrientes beneficiosos las convierte en imprescindibles para el día a día. 

Las frutas contienen vitamina C (ayuda a mantener una función normal del sistema inmune y está especialmente presente en cítricos, como las naranjas, también en la piña y los tomates). También son buena fuente de Vitamina E y betacarotenos (provitamina A), con propiedades antioxidantes, que actúan contra los radicales libres, de modo que contribuyen al mantenimiento de la salud celular (y por tanto, a prevenir el envejecimiento).

Las frutas nos aportan agua,  minerales, fibra y diferentes compuestos beneficiosos para el organismo.

Las frutas nos producen sensación de saciedad al contener fibra, Además, su fibra nos ayuda a regular el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento.

 

AGREGADOS:

Frutos secos: Los frutos secos son una de las mejores opciones para revitalizar tu organismo. Estas semillas se caracterizan por tener bajo contenido en agua y un importante porcentaje en grasas. Tienen entre 100 y 180 Kcal por 100 gramos. Sin embargo, estas grasas son saludables, es decir monosaturadas y poliinsaturadas, lo que ayuda a disminuir los niveles de colesterol LDL.

Aportan magnesio, fósforo, potasio, calcio, hierro y oligoelementos como el zinc y el selenio, con propiedades antioxidantes. Son ricos en vitaminas como B1, B3 o folatos. A los frutos secos se les atribuyen propiedades cardiosaludables por tener un alto contenido en grasas mono- y poliinsaturadas, destacamos el ácido oleico, el linoleico (omega 6) y linolénico (omega 3). Estos últimos son ácidos grasos esenciales para el organismo. Por su alto contenido en fibra se asocia a una disminución de los niveles de colesterol al interferir en su absorción a nivel intestinal.

 

CHOCOLATE

Es un alimento saciante, alivia el estrés y es un antidepresivo natural, aporta una gran cantidad de fibra, es bueno para la salud cardíaca, Beneficioso para la piel.

 

Recommended Posts